miércoles, 12 de diciembre de 2012

MIS INMERSIONES FAVORITAS: EL THISTLEGORM


Hoy continúo mi serie de inmersiones favoritas con este famoso pecio, el  más conocido del Mar Rojo,  uno de los tres más famosos del mundo y  sin lugar a dudas probablemente el buceo en naufragio, mas ansiado por cualquier buceador.

 UN POCO DE HISTORIA

El SS Thistlegorm con 128 m de eslora y 18 de manga, fue diseñado por la compañía naviera británica Albyn Line, exclusivamente para transportar todo el nuevo material bélico de la época para las tropas de la Octava Armada Británica que durante la II Guerra Mundial se encontraban estacionadas en el norte de África.

Se tiene certeza de que partió del puerto inglés de Glasow con destino a Alejandría, pero nadie sabía la carga real que transportaba, pues para evitar interceptaciones de espías, se registro su carga como “MT” o “Motor Transport”, asegurando así su contenido.
Todo el Mediterráneo era dominado por la aviación italo-germana, por lo que para mayor seguridad el buque tomo la ruta más segura, bordeando todo el continente africano por el sur, para llegar por el Sudan al Mar Rojo y como último paso, cruzar el Canal de Suez.

Nunca llegó a cumplir su misión. Se cuenta que el 6 de octubre de 1941, dos bombarderos alemanes (Henkel III), que desde su base en Creta se encontraban patrullando el área, en busca del Queen Mary que pululaba por esas aguas cargado de tropas, detectaron un gran barco que estaba anclado en la zona, el Thistlegorm,  que estaba esperando instrucciones para poder cruzar el Canal.
Los aviones ya habían casi terminado su misión y solo les quedaba una pequeña carga de bombas a cada uno, con lo que eligieron el buque más grande de la zona, no el señalado como estratégico, para lanzar su carga mortal.

Dos de las bombas impactaron directamente en la despensa de la munición, volando el barco en dos, hundiéndose inmediatamente llevándose consigo a 9 de los 48 tripulantes.

El Thistlegorm se “perdió” hasta 1955 fecha en la que fue descubierto entre Sha`ab Ali y Sha`ab Mahmoud, por Jacques Cousteau en una de sus primeras exploraciones del Mar Rojo. El pecio se volvió a “perder” y tan sólo se descubrió de nuevo en 1992 convirtiéndose en la atracción de buceo que es hoy en día, y que para recorrerlo son necesarias al menos 3 inmersiones.

 

LA PRIMERA INMERSIÓN: DE GOLPE CON EL MITO

La primera inmersión en este pecio, nos adentra en la 2ª Guerra Mundial, bajamos por el cabo hasta su proa a los 15 mts, recorremos la cubierta y nos introducimos por la primera bodega para descubrir su carga, decenas de motos BSA W-M20 y Norton 16H Matchless, perfectamente alineadas sobre las zonas de carga de los camiones Bedford, Morris  y Ford 2,  la estructura metálica de sus asientos a la vista, me recuerda a un esqueleto metálico, las cabinas de los camiones con las baterías a la vista, parecen cadáveres descarnados.

Es todo ciertamente fantasmagórico, y nos hace pensar en lo importante que pudo ser este hundimiento en la contienda. Avanzamos por el lado de estribor del barco camino de la segunda bodega por donde subimos, atravesamos por el puente de mando, llegando hasta la chimenea.
La vida es apasionante aunque aquí pasa a un segundo plano, peces león, nudibranquios, anthias, bancos de peces cristal, tortugas, y mucha más vida, pero prefiero centrarme en lo exclusivo.

Regresamos por el costado de estribor, viendo los vagones portacarbón, los restos de las grúas y los vagones cisternas de agua, especiales para circular en campos desérticos, aplastados sobre los costados de la proa.
Subimos por el cabo, y en la parada de seguridad podemos disfrutar del irreal paisaje que nos muestra el Thistlegorm


 SEGUNDA INMERSIÓN: LA INMERSIÓN SOÑADA

Al final, llega mi inmersión soñada, cuando poco a poco vas introduciendo en tu cuerpo el veneno del buceo, siempre oyes a otros buceadores con mas experiencia contar las historia de la inmersión nocturna en el Thistlegorm, y puedo asegurar que todos, absolutamente a todos a los que le he escuchado contar esta inmersión, solo han comentado una cosa: impresionados.

Nuevamente bajamos por el cabo, pero nada más meter la cabeza en el agua, el espectáculo de decenas de buzos con focos y linternas visitando la zona, hace que el juego de halos de luz, sea...mágico
Es como si durante años me hubiese preparado para realizarla, y por fin, estoy a punto de cumplir el sueño.
Recorremos el costado exterior de babor, peces dragón, nudibránquios, bancos de peces, hay vida a patadas en el interior, nos llama la atención la cantidad de erizo diadema diseminados que a la tarde no nos suenan en esos huecos, ¿como se desplazan los erizos?

Llegamos hasta la parte central del barco y pasamos por detrás de la chimenea, hasta el costado de estribor, ascendemos ligeramente y sobrevolamos el puente, para adentrarnos en la segunda bodega, volvemos por segunda vez a disfrutar de la carga de este mito, ahora nos detenemos más en la zona de babor, donde se puede observar alas de avión amontonadas. Descubrimos una enorme morena paseando alrededor nuestro, disfrutamos largamente de su visión y comenzamos el camino del cabo.
Ascendemos lentamente disfrutando de uno de los mayores placeres que me ha dado, esta pasión del buceo.

 TERCERA INMERSIÓN: LA DESPEDIDA

Tercera y última inmersión en este pecio. Volvemos a disfrutar de las bodegas, en esta visita descubro los armeros con los rifles Lee Enfield MKIII, avanzamos hacia la popa a través de cuartos, vemos lavabos, el cuarto de aseo con una bañera, llegando a la zona de impacto de las bombas.

 Restos de municiones desparramados, botas para la tropa,  la transmisión de la hélice, dos carros MKII Bren Carrier, contenedores metálicos con proyectiles fechados en 1929, bombas y obuses, todo ellos cubierto de la nieve de arena del arrecife.

Ya en la cubierta de popa, destacan el cañón y la ametralladora antiaéreas, que tan poco resultado dieron, bajamos a la hélice y el timón que reposa sobre los 30 mts, regresamos por estribor, hacia el puente, volvemos a disfrutar de la tortuga que se pasea por delante nuestro, así como de toda la vida que alberga este pecio.
Divisamos a lo lejos la locomotora Stanier 8F de estribor posicionada en medio del arenal y cerca del cabo vuelvo a disfrutar por última vez, en este viaje, de la visión de los vagones cubiertos de vida.

Antes de ascender a la parada, me siento sobre la empinada proa del barco, y agarrado al cabo que une este punto con nuestro crucero, me relajo disfrutando de la visión del barco, solo pienso en una cosa, espero que cuando sea muy muy viejito y esté a punto de morir, poder recordar momentos especialmente felices de mi vida, y este, será uno de ellos.
 
Como colofón este video de you tube
 

Espero que os haya gustado el relato y hasta la siguiente inmersión.
 
 

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